1-8. Huracán albiceleste

Fantástico encuentro el que brindó el Danzig en la tarde del Sábado. Ni el intenso frío ni reinante en el Colegio Británico ni el rival, triste empate a un gol en la ida, invitaban al optimismo. Por si eso fuese poco, los albicelestes se presentaban con siete jugadores, sin portero y sin presidente. Con los mejores jugadores del rival en la portería y el banquillo, los siete valientes salieron dispuestos a adelantarse cuanto antes, nadar y guardar la ropa. Con respeto al contrario, sin estrindencias y mucho orden defensivo, las ocasiones empezaban a llegar y poco duraron las tablas en el marcador. Alfonso. Óscar y Marcos, estos dos últimos en dos contras de manual, ponían el 0-3 con el que se llegaba al descanso. El rival, nobilísimo todo el partido, también dispuso de varias ocasiones, pero unas veces Marcos (inmenso con la presencia de ojeadores en la grada) y otras Alberto, auténtico arquero de futbolín, evitaban cualquier disgusto.

Se inició la segunda mitad con cambios en los naranjas, cuyo jugador insignia dejaba el arco y salía al 40x20. Diego, todavía convaleciente, sacrificaba su aportación atacante y lo secaba. Los albicelestes se encontraban a gusto, tocaban y tocaban y, uno tras otro, los goles seguían cayendo ante la impotencia del riva, que seguía desperdiciando sus ocasiones. En un partido muy limpio, y con 0-5, Alberto salía al campo y Alfonso, dos golazos, se calzaba los guantes. A renglón seguido La Cerveza Mecánica anotaba el tanto del honor en un contragolpe culminado desde el suelo. Los albicelestes seguían a lo suyo, el rival se descomponía y el partido culminaba con tres nuevos goles. Hat trick de Marcos, dos goles de Oscar y Alfonso y otro más de Alberto cerraban uno de los partidos más completos que se recuerda a este equipo.

No pudo jugar Chiqui, todo un crack, quien llegaba al campo dos minutos antes de la conclusión del tiempo reglamentario. El Danzig inicia la segunda vuelta magníficamente, pero todavía lejos de los puestos nobles. Queda un partido pendiente y todavía hay tiempo para remontar.